jueves, 4 de febrero de 2010

Prefiero antes al Obama gris que al negro

Hace tiempo que no se habla de Obama de una manera abrumadora, que no se pone de relieve su gran capacidad para proyectar una imagen excelente allá donde va. De hecho, múltiples encuestas realizadas recientemente concluyen que su crédito ha decaído y que la confianza que muchos americanos habían depositado en él ha sido retirada. Pues... qué queréis que os diga, al margen de afinidades ideológicas o políticas, me parece más atracativa la imagen del político que pugna con la realidad, por cumplir sus promesas y por solucionar los problemas de la gente; un político que no sonría tanto porque la cosa no está para sonreír, un político que se sienta responsable de lo que dice y de lo que hace. Sí, sí, lo sé, es una figura más gris pero prefiero antes a este Obama gris que a aquel que se presentó negro sobre el blanco de su sonrisa de oreja a oreja.

Por cierto, aunque parezca mentira, hay muchos de estos políticos por el mundo y algunos de ellos en España, pero claro no se les ve tanto. Están. Los hay. Mañana intentaré hablar un poco más de ellos... ¿de quién? de los políticos de cuatro hojas.

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